Al visitar el Palacio de Versalles, en París, observamos que el suntuoso palacio, no tiene baños. En este siglo no existían cepillos de dientes, perfumes, desodorantes y mucho menos papel higiénico. Las heces y orinas humanas eran tiradas por la ventana del palacio.
Vemos en las películas a la gente siendo abanicada. La explicación no está en el calor, sino en el mal olor que exhalaban las personas por debajo de los vestidos.
Tampoco había costumbre de bañarse por la falta de calor en las habitaciónes y de agua corriente. Así el mal olor era disipado por el abanico. Además de disipar el aire también espantaban insectos que se acumulaban a su alrededor.
Los tejados de las casas no tenían bajo tejado y en las vigas de madera se criaban animales, gatos perros, ratas y otros bichos. Cuando llovía las goteras forzaban a los animales a bajar. De esto nació la expresión llueven perros y gatos típica anglosajona.
En esta época, la mayoría de las bodas se celebraba en el mes de junio, al comienzo del verano. La razón era sencilla: el primer baño del año era tomado en mayo, así, en junio, el olor de las personas aun era tolerable. Asimismo, como algunos olores ya empezaban a ser molestos, las novias llevaban ramos de flores, al lado de su cuerpo en los carruajes para disfrazar el mal olor.
Así nace mayo como mes de las novias y la tradición del ramo de novia.
Nada que ver con las peliculas ¿no?
jajaja que dato!!! Pasaselo a las comprometidas.
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